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Algo sobre mí

Algo sobre mí

Empleado de banca jubilado, amante de la música y la literatura, la naturaleza y las humanidades. Nacido en Guadalajara y conocedor ferviente de la provincia. Actualmente con residencia en Madrid, después de un largo peregrinar por diversas ciudades en razón a mi profesión; que ahora con ilusión trato de vivir esta nueva aventura, pues siempre he creído que la providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

24 junio 2013

SOÑANDO CON LA MUSICA Y POR UN MUNDO MEJOR




Los tres amigos, Rodrigo, Alarico y Leovigildo, habían enriquecido su amistad por la afinidad que sentían por la música, y entendían que su interacción social les proporcionaba estados de ánimo gratamente satisfactorios; intercambiando opiniones y conocimientos, compartiendo experiencias y relatos de vivencias personales, y narraciones de acontecimientos pasados, fortalecían la memoria que a sus edades empezaban a flojear, evitando el aislamiento social tan penoso para la salud, y fomentando la socialización con otros compañeros en los espectáculos musicales a los que asistían, estimulaban sus conocimientos en ésta y otras materias, en un amplio panorama de culturas personales altamente gratificantes.

Eran conscientes de que se estaban encontrando cara a cara con el irremediable destino del envejecimiento, pero instintivamente superaban sus limitaciones, aceptando como algo natural del ser humano el hecho de hacerse mayores.

Los tres amigos no reparan en solventar cualquier inconveniente para asistir a algún evento musical, y ahora se les presentaba la ocasión de disfrutar de un concierto especial que se iba a celebrar en el Teatro Buero Vallejo de Guadalajara. La representación de una selección de las divinas obras de Mozart, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española, dirigida por su Director Carlos Kalmar, a la que seguían habitualmente en los ensayos que se realizan  determinados jueves del año  en el Teatro Monumental de Madrid.

Ahora finalizada la temporada, en su tournée por diversas ciudades del país, recalaban en la ciudad alcarreña ofreciendo un espectáculo extraordinario para deleite de los ciudadanos guadalajareños, contribuyendo la referida orquesta, reconocida y admirada a nivel nacional e internacional, a la difusión de la cultura musical al público en general y a los niños y jóvenes en particular. 

No lo pensaron mucho y a primera hora de la mañana del sábado que se celebraba el espectáculo, salieron en automóvil desde Madrid rumbo a Guadalajara, donde tenían proyectado visitar algunos monumentos que desconocían, degustar en el almuerzo las delicias de la gastronomía alcarreña y por la tarde asistir al concierto que motivaba el viaje.

Durante su viaje a la ciudad fueron disfrutando de un día espléndido de sol radiante, Rodrigo, persona curtida en los temas musicales, inició la conversación ponderando el magnífico espectáculo que iban a asistir. También manifestaba serias dudas sobre la continuidad de la gran orquesta, pues las enormes medidas restrictivas de los gobernantes tenían en el punto de mira la posible privatización, pudiendo suponer dificultades para la continuación de sus actividades.

No podía ocultar su preocupación y enfado, diciendo:

-Economizan en cultura pero no en sus fastos, pues parece ser que no están entre las prioridades de nuestros gobernantes potenciar los valores  musicales, principalmente les mueve sus propios intereses y los del partido, y tienden a plasmar sus deseos en delirios de grandeza, mediante estructuras megalómanas con un estímulo derrochador. Se gastan cantidades inmensas de dinero público en edificios faraónicos para acomodarlos a su conveniencia cueste lo que cueste con un desmedido afán fantasioso.

-Se rodean de privilegios desde los más simples, como subvencionarse comidas, las bebidas y hasta los cafés, significándose al viajar como reyezuelos, y no reparando en gastos con suntuosos despachos millonarios; indolentes de lo que pasa con las miserias de sus cercanías, donde miles de familias viven al borde de la pobreza. A muchos les ciega la arrogancia de creerse pertenecer a una casta situada por encima del común de los mortales, en los últimos tiempos  desprestigiados por sus propios comportamientos, incapaces de regenerarse por el camino de la humildad y la sencillez.

Leovigildo que había escuchado atentamente a su amigo, le relevó en la conversación con el siguiente pensamiento:

-El sistema que los partidos políticos ejercen  sobre la vida de los ciudadanos es insultante, prefieren casi la destrucción del Estado que el recorte de sus privilegios. Han conseguido una partitocracia asfixiante, con sus listas cerradas a nivel central, en autonomías y diputaciones, olvidando intencionadamente la necesaria regeneración que los ciudadanos les exigen.

-No me negareis que en este país hemos vivido en un estado de irrealidad, rozando el delirio, en particular en la esfera pública, estimulado por la clase política y por otros corifeos alrededor del poder, que se contagió al resto de los ciudadanos. Nos hacían ver que estábamos en una situación privilegiada, en fin, que a nosotros no nos afectaba en nada los nubarrones que se avistaban por el horizonte, y cegados estuvieron para no ver la galerna que se avecinaba, cuando otros países se aprestaron a corregir los problemas.

-Nos vendieron un país folklórico con fuegos artificiales y grandes acontecimientos, con un despliegue de lujo indecente por unos administradores poco austeros y escasamente rigurosos, destacando en el despilfarro de lo superfluo y logrando una corrupción a nivel general que envolvía en un mismo saco a políticos, empresarios y sindicatos. Ejemplo claro lo tenemos en lo que ha sucedido en casi todas las cajas de ahorro, a más gloria de los políticos que metieron en ellas sus narices junto con sus amigotes actuando como unos golfos.

Alarico que conducía su flamante nuevo automóvil, observando la animosidad de espíritu de sus amigos, no quiso ser menos en manifestar su particular opinión sobre las cosas que pasan en nuestra querida Patria, sin perder de vista la carretera, que cerca estaban de su destino, les dijo:

-¡Qué paz social pueden asegurar nuestros gobernantes si no dejamos de ser el país desarrollado con más paro de Europa y con un sector público hipertrofiado que se consume en subvenciones millonarias! Duplicidad de las administraciones, imposibilidad de poder soportar 17 parlamentos y sus respectivos gobiernos sobredimensionados de cargos y organismos duplicados en competencia con el Gobierno Central, multitud de empresas públicas ineficaces y miles de asesores puestos a dedo, cobrando elevados sueldos, y políticos en general de todo color manteniendo prebendas al margen de la precaria situación de una gran parte de los ciudadanos.

-No creo exagerar, pues me limito a transmitir lo que se está observando por todas las ciudades y pueblos, que los ánimos están turbados y las gentes abocan al acoso y derribo. Todo se agranda y magnifica. La desesperación de algunos, y el descontento y la crispación en general están minando las ilusiones y esperanzas de un Pueblo que ha demostrado ser pacífico hasta ahora, pero que se ven impotentes ante tantas invasiones de sus derechos, engaños de las organizaciones financieras como las famosas “preferentes”, los casos dramáticos de los desahucios, etc.

-En este río revuelto, unos y otros desde distintas posiciones actuaron de forma patética e irresponsable, obviando la realidad de que eran momentos de aplicar sensatez y sentido común para reconducir el rumbo de esta gran nave que se llama España, antes de verla a la deriva y varada en los confines de la tragedia, ya que todos tendríamos mucho que perder y con un difícil retorno a feliz puerto. Dejémonos de personalismos egoístas y espurios fines partidistas. ¡Que se dejen de cuentos  y farsas! Que actúen dando ejemplo a los ciudadanos actuando con extrema honradez, sincera seriedad y sencillez. Que todos juntos nos impliquemos en remar en una misma dirección, adoptando la mejor actitud positiva y constructiva a favor de nuestro País, y  sobre nuestros políticos no dejándonos embaucar con sus cantos de sirena, analizando seriamente sus promesas electorales, frecuentemente incumplidas.

-Por último, que ya estamos llegando a nuestro destino, quiero confesaros que yo tengo un sueño: Que todos en nuestro País seamos iguales ante la Ley. Que la democracia que tenemos desde hace 35 años vea al fin la luz de erradicar la escalada de casos corruptos que ha padecido desde sus principios, gozando los culpables de impunidad en muchos casos, sin que hayan devuelto el montante económico de su delito. Que las leyes se hagan cumplir sin ser burladas por quienes más tienen que cumplirlas. Que el sentido común y la razón se imponga ante el bien de los ciudadanos, sin ser ultrajado por el bien de unos pocos. Que este País goce de pleno empleo. Que desaparezca el afán desmedido de los nacionalismos por romper en pedazos España y por ende la convivencia de los pueblos que la componen.

-En fin, otras cosas más diría que mi sueño es muy extenso, pero entiendo que todo es una utopía, pues no deja de ser un sueño. Pero quiero recordar una frase del escritor romano Polibio: “No hay testigo más terrible ni acusador más implacable que la conciencia que mora en el seno de cada hombre”

Ya en la lejanía se divisaba la ciudad como desparramada sobre una suave vertiente,  extendida hacia la fértil vega del Río Henares. Tomaron la dirección donde estaba situado el famoso Palacio del Infantado, cuya fachada es una de las mejores de los palacios renacentistas españoles. Emblemático monumento de la capital alcarreña, que alberga también el Museo Provincial de Guadalajara, con su importante Archivo Histórico, distribuido en tres secciones: Bellas Artes, Etnografía y Arqueología.

Pasaron la mañana en la visita monumental y después se trasladaron a un distinguido restaurante a degustar un menú muy demandado por los visitantes: cordero asado, regado con buen vino de la comarca de Mondéjar, y de postre los deliciosos bizcochos borrachos.

Después pensaron que lo mejor sería dar un largo paseo por las calles de la ciudad hasta llegar a los Jardines de la Concordia, y siguiendo por el Barrio de San Roque,  repostar en su bonito parque, aprovechando para descansar y degustar un cafetito.

En su programa de visitas, pues les quedaba tiempo, antes de la representación musical, pudieron visitar el Panteón de la Duquesa de Sevillano, mausoleo de sorprendente belleza, con una cúpula impresionante. Este monumento, muy representativo de Guadalajara, también deja sorprendido al visitante al contemplar la maravilla realizada en su interior.

Quedaron admirados por la visita y los tres amigos pronto se encaminaron para disfrutar con el espectáculo musical que se iba representar, una vez más con ilusión renovada, olvidando toda pesadumbre comentada en el viaje, pues ya en una ocasión Rodrigo comentó la famosa frase de Pushkin, máximo exponente de la literatura rusa: “De entre las delicias de la vida, solo el amor le cede la música la plaza, más el amor también es armonía….”

Eugenio

Junio de 2013