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Algo sobre mí

Algo sobre mí

Empleado de banca jubilado, amante de la música y la literatura, la naturaleza y las humanidades. Nacido en Guadalajara y conocedor ferviente de la provincia. Actualmente con residencia en Madrid, después de un largo peregrinar por diversas ciudades en razón a mi profesión; que ahora con ilusión trato de vivir esta nueva aventura, pues siempre he creído que la providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

27 noviembre 2013

UNA HISTORIA FANTASTICA


                                                                    A mi nieto Alejandro


 

 
En una villa de la serranía alcarreña, hace muchos años, vivían dos jóvenes, valientes cada uno a su manera. Se manifestaban con palabras inflamadas de vanagloria propia de la edad que representaban, cercana a los dieciocho años. De aspecto saludable y mejillas florecientes curtidas por el viento serrano. Vanidosos de su fuerza y vitalidad, pero disconformes con su destino en aquellos apartados lugares lejos de los disfrutes mundanos.

Pepo y Nacho, nombres por los que atendían, eran amigos inseparables que últimamente hacían tribulaciones sobre la forma de cambiar la monotonía de sus vidas. Ilusionaban luchar por el derecho a la libertad, pues se sentían esclavos en aquel apartado lugar, especialmente Pepo, por su carácter libertino, disconforme con la sencilla vida rural que le aburría desde hacía tiempo.  Nacho respetaba la rebelde manera de ser de su amigo, del que estaba influenciado. Ambos amigos tenían distintos caracteres, pero desde la infancia sentían especial afecto mutuo. 

Desde tiempo atrás conocían la historia o leyenda de un pozo que existía en el valle. Rodeado de misterio y de ciertos temores de las gentes de la comarca, por los extraños acontecimientos ocurridos a las personas que se adentraban  en el bosque donde estaba situado. Contaban que se cumplían los deseos de la persona que echara una moneda de plata al fondo del pozo.

Cuanto más trataban sus familias de  disuadirles, por conocer aquel misterioso lugar, mayor curiosidad  sentían, no tardando en aventurarse en dar satisfacción a sus deseos.

Los más viejos del lugar contaban que en el pozo debieron  meterse espíritus de duendes y  otros extraños encantamientos, pues en ciertas  noches  de luna llena salían del fondo como estrellas que refulgen de colores y se apagan en el cielo, produciendo estremecimiento y miedo a los que se acercaban por aquél lugar. Algunos huían y otros, los más valientes, quedaban asombrados contemplando el misterioso espectáculo.

Las autoridades habían prohibido acercarse a aquél lugar que tenían por endemoniado,  pues en una ocasión un vecino de la villa cayó al pozo por descuido al asomarse para ver el fondo, y  otros desaparecieron sin dejar rastro. Pero la osadía de aquellos jóvenes les impedía ver las dificultades  que les podía acarrear, y en una clara noche de luna llena con gran esplendor estelar, emprendieron la aventura de acercarse  hasta el lugar prohibido.

Próximo a su destino sintieron como el estampido del rayo o rugir del mar.  Temblaron los dos amigos del ruidoso y extraño estrépito, apreciando que no había nube alguna que tormenta produjese.

Repuestos del susto, siguieron su camino y pronto llegaron al borde del misterioso pozo; asomados por el brocal, temerosos de alguna sorpresa, callaron hasta recobrar el aliento perdido. Echaron cada uno una moneda de plata y al poco tiempo les sorprendió una voz ronca que desde el fondo así decía: -Decid, ¿qué queréis? Expresad vuestros deseos-

Tomando aquella voz como oráculo divino, los dos amigos sintieron en sus almas un fuerte escalofrío y se distanciaron unos pasos del pozo. Pepo, más atrevido, recuperó el ánimo y en su vuelo más alto soñando ya con inusitados poderes de espíritus bienhechores que atendiesen sus juveniles ambiciones, contestó desde el brocal del pozo: -Quisiera se me concediera cuantos deseos se me ocurran en cualquier momento de mi vida-

Nacho no llegó a alcanzar la significación del espectáculo, pero con mucho miedo y timidez, también quiso manifestar sus deseos, y acercándose muy despacio hacia el pozo dijo con voz temblorosa: -Quisiera se me concediera  la capacidad de comprensión y el amor para crear una familia en paz y armonía, e inspiración para tener más entendimiento y convivir felizmente con mis semejantes, disfrutando de los más claros gozos que están dispersos bajo el cielo.

Después de sus peticiones, esperaron impacientes y escépticos hasta ver o escuchar cualquier indicio que saliera del fondo de aquel misterioso pozo.

Al poco tiempo la misma voz que escucharon anteriormente contestó a sus peticiones: -Seréis satisfechos de cuanto habéis pedido, pero solo tendréis un plazo de diez años para su realización, y al final vendréis aquí a confesar vuestra personal aventura.

Cuando partieron los dos amigos de aquél lugar, sentían invadidos sus espíritus de ánimos renovados y enardecidos de una fuerza misteriosa que irradiaba todo su ser. Ambos decidieron seguir sus caminos por la vida a partir de aquel día, con la promesa de reunirse transcurrido el tiempo que tenían de plazo para forjar sus nuevos destinos.

Pasado el tiempo establecido, se reunieron en su pueblo del que habían partido años atrás. Sintieron fuertes emociones después de tanto tiempo sin verse,  y juntos bajaron al valle para rendir cuentas sobre la vida que llevaron cada uno.

Llegando al pozo misterioso, Pepo fue el primero que acercándose al brocal se manifestó de la siguiente manera: -¡Espíritu sublime, fuerza poderosa que emana de esa profundidad obscura! Me distes todo lo que deseaba. La espléndida naturaleza y energía para elevar en arte un imperio de creación. Pero ahora percibo que para el hombre no hay nada perfecto, que  la ambición de mis deseos me consume, pues siempre que había conseguido un placer, insaciable otra vez estaba en la búsqueda de algo nuevo que superase lo anterior conseguido. Así pues, cuanta dicha conseguía al final se convertía en triste desánimo-

-He dejado seducirme por cuanto me enriquecía, prestando solo atención a las cosas mundanas y olvidando a mis semejantes. Solo me agitaba el alma el poder, los honores, la gloria y el dinero; y por las ligaduras del vicio desenfrenado. Me confieso también de haber sido insensible a las desgracias humanas-

-Me abochorna la maldad de mis correrías por el poder que me otorgaste, pues la vergüenza y el pecado no quedan ocultos. La conciencia me consume, llegando hasta al límite de trastornar mis sentidos  y llevarme al borde de mi perdición-

-He sucumbido ante esta vida llena de encantamientos, tentado en estos últimos tiempos con señuelos de fantásticas concesiones, que me han atrapado extraviando mis sentimientos. Me estremezco sintiéndome caer por un abismo al llevar una vida de desenfreno, y mi desdicha me trae aquí para rogar vuelvas a dejar a este iluso  ser como antes era, pues la perniciosa experiencia vivida ha sido suficiente para expresar mi arrepentimiento y no deseo revivirla hasta el final de mis días, después de muchas andanzas a lo largo y ancho del mundo, olvidando a mi familia y amigos que tan preocupados han estado por mí-

Desde  la profundidad de aquel singular pozo se escuchó lo siguiente: -De tus locas veleidades has aprendido a tiempo la grandeza de los hombres buenos, con tu noble arrepentimiento, y no de los que solo aprecian el poder y los tesoros materiales, haciendo muchas veces lo que no se debe hacer. En vano lo más bello te ha sido concedido, pero no has sabido aprovecharlo y lo has dilapidado en vanas ilusiones, entregando el cuerpo y el alma a los malos espíritus. Hasta ahora vivías vagando por la tierra a la deriva en una falsa felicidad. No obstante entiendo que has madurado con tu experiencia y que a partir de ahora serás más feliz.  

Nacho, estaba asombrado de cuanto había escuchado, al tiempo que se aproximaba al brocal del pozo para contar las experiencias de su vida durante el plazo determinado de los últimos diez años, y con voz firme manifestó lo siguiente: -Misterioso e invisible espíritu que has condicionado mi futuro y el de mi amigo conforme nuestros propios deseos, confieso que no es mucho lo conseguido en cuanto a riquezas materiales, que no eran mis afanes tenerlas, pero sí me he enriquecido con otros tesoros de mucho valor. Uno de ellos, haberme encontrado con mi amigo al que consolar quiero al verle tan atribulado como consecuencia de sus experiencias-

-También he conseguido como rico legado la lectura de un libro cada mes, que mucho bien me ha hecho hasta ahora-

-Buscando nuevos afanes en otra ciudad conseguí un trabajo digno, crear una familia y hasta un descendiente tengo, por lo que de gran felicidad disfruto. He tratado de evitar, y creo haberlo conseguido, a las personas negativas y gruñonas habituales, los pillos, corruptos y arrogantes; vanidosos, ineptos e insensatos, que pululan por todas partes interfiriendo en las vidas ajenas. Me he reconciliado con aquellos que por enemigos creía tenerlos, y he tratado de no sembrar desgracias a nadie, purgando el mal cometido fruto de las debilidades humanas. Ahora reboso de alegría y gozo de vivir. Mi corazón camina hacia la luz de una nueva vida, en la esperanza de un manantial de renovadas ilusiones que harán florecer mejoradas primaveras-

Nuevamente surgió la misma voz anterior  diciendo lo siguiente: -Conozco cuantos pasos has dado en tu aventura durante el tiempo previsto, que espero continúes hasta el final de tus días, pues te aseguro que serán gloriosos y gozarás de mucha paz-

Después nuestros dos personajes iniciaron el camino de vuelta a su pueblo, por el mismo escarpado atajo que habían seguido anteriormente para evitar ser vistos por sus vecinos. Al poco tiempo Nacho, dirigiéndose a su amigo, le dijo: -Querido Pepo, después de escuchar tu historia, me viene a la memoria una frasee del escritor griego Plutarco, en su obra más famosa “Vidas paralelas”, que decía: “Así como todos los temperamentos no pueden resistir los efectos del vino, del mismo modo no todos los espíritus son capaces de una grande riqueza, sin embriagarse con ella y perder la razón”. Con ello no quiero humillarte, pues me duele lo mucho que, parece ser, has padecido, pero ello nos debe servir de lección para otras aventuras de la vida-

-Como entiendo que noble ha de ser todo humano arrepentido de cuanto incorrecto haya podido hacer, con sinceridad te digo que no es hora de pesadumbre, abatimiento o inquietud, ni tampoco de reproches, son momentos de sentir alegría y esperanza en el futuro, que debe ser la meta de nuestro más íntimo afán-

Nacho entendiendo los sentimientos de su amigo le respondió con un fuerte abrazo.

Ambos amigos vivieron muchos años en la capital de la provincia donde desarrollaron sus actividades profesionales, manteniendo sus familias digna posición en la sociedad; involucrados en trabajos humanitarios, con la noble intención de conseguir un mundo mejor.  En ocasiones se reunían para celebrar su larga amistad y recordar aventuras pasadas.

Aunque visitaron en muchas ocasiones su querido pueblo, nunca más volvieron por aquel extraño lugar, pero siempre recordaron la lección que del fantástico pozo recibieron.

Noviembre de 2013 

Eugenio