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Algo sobre mí

Algo sobre mí

Empleado de banca jubilado, amante de la música y la literatura, la naturaleza y las humanidades. Nacido en Guadalajara y conocedor ferviente de la provincia. Actualmente con residencia en Madrid, después de un largo peregrinar por diversas ciudades en razón a mi profesión; que ahora con ilusión trato de vivir esta nueva aventura, pues siempre he creído que la providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

10 abril 2016

REFLEXIONES MARINERAS




Iberia, la gran nave que ha surcado los procelosos océanos de la vida consiguiendo gestas inolvidables, a pesar de los vendavales y galernas que ha sufrido en el transcurso de su navegación a lo largo de su historia. Ahora se encuentra fondeada en puerto a la espera de nuevos tripulantes que intentan dirigir la formidable embarcación.

Se prestan nuevos tripulantes para dirigirla, osados capitanes, aspirantes que la quieren gobernar convencidos de estar bien preparados para revivir nuevos días de gloria; pero algunos más bien parecen ambiciosos grumetes, poco aventajados para llevar a buen puerto la gran nave. Su ambición supera los conocimientos para rolar por los océanos. Escasos conocedores de la mar bravía, se disputan poner la nave a prueba desplegando su extraordinario velamen y navegar de nuevo por los océanos hacia desconocidos horizontes.

Algunos son destacados predicadores en soflamas a las masas marineras. Siervos fieles de poderes enigmáticos. Teatreros e ilusionistas de tornadizos principios. Otros brillan por su dudosa honestidad.

Gran riesgo corre la numerosa marinería que tiene esperanza en su destino, pero incertidumbre en sus tripulantes; afligidos sus corazones al dudar de la noble naturaleza de las promesas de los capitanes aspirantes, pues se vislumbra mucho afán de poder y gloria, que no les deja ver los borrascosos nubarrones que se atisban en lontananza.

La marinería no olvida  los estragos sufridos en su pasado reciente, por galernas y vendavales huracanados, y la dudosa navegación de sus tripulantes que afectaron seriamente  las cuadernas de  la nave, tanto a babor como a estribor  quedando desarbolada y escorada en los arrecifes de la adversidad.

Padecimientos hubo para reparar la histórica nave y volver a navegar normalmente rumbo a proa en mar abierto, con el afán por conseguir que sus hazañas no decayeran, proeza conseguida con grandes esfuerzos y la esperanza de mejorar su destino.

Cualquiera puede hacer historia, pero solo un gran hombre puede escribirla. ¿Dónde está ese gran hombre?

Madrid, Abril 2016       Eugenio                


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